A escasos kilómetros de la ciudad de La Serena se encuentra ubicada la localidad de Altovalsol, cuna del asentamiento Diaguita Chileno y  sucesor de la Cultura Molle qué habitaba en el sector. Cuenta la historia que la fusión de ambos pueblos fue  dominada por los incas, quiénes a su vez conquistados por los españoles huyen hacia la cordillera, quedando algunos en el camino. Comienza así el mestizaje, producto de la mezcla racial entre españoles y pueblos originarios que quedaron esclavizados trabajando en el sector, acción que da pie a la repoblación de la zona.

Años más tarde, ya con territorios y dueños de  definidos, toma forma la localidad conocida como Altovalsol, compuesta por cuatro  haciendas;  Munizaga, Lo Marín, Lourdes y Nolasco, cada una de ellas respondía  grandes construcciones habitacionales acompañadas de bodegas hechas de adobe, dónde se guardaba la producción de cada una de ellas. 

De este modo, los trabajadores de las haciendas sobrevivían en precarias condiciones, recibiendo muchos de ellos por pago comida o techo. Era común ver a madres solas hacerse cargo de cinco u  doce hijos, vivían en pequeños ranchos construidos a base de barro, paja, techos de totora y piso de tierra. Abundaba el hambre, la pobreza y la falta de educación escolar.

Al mismo tiempo, los niños tenían normalizado el trabajo agrícola y ganadero, acciones que ejecutaban sin saberlo entre juegos y aventuras del día a día. Más tarde entre los años 40 y 50 se levantó la primera escuela de Altovalsol, ubicada en el costado oriente del pueblo. Esta respondía a una estructura que originalmente era una bodega de la hacienda Lo Marín, qué consistía en un salón con piso de madera, paredes de adobe y techo de calamina a dos aguas. En aquella época, fue denominada como “Escuela Mixta N 34” y era guiada por la profesora María de la Rivera. A ella  llegaban alumnos de la misma localidad y de sectores aledaños como Quilacán, El Rosario, entre otros quienes a pie descalzo y a medio vestir, llegaban a aprender y recibir en ocasiones la única comida del día.

Cabe mencionar, que en la década del 50 esta Escuela Mixta fue reemplazada por una casona de adobe ubicada en la entrada sur del pueblo de Altovalsol, frente a la hacienda patronal Munizaga. Esta vez  la escuela  llevaba el número “F-26” y su directora de entonces fue la profesora normalista Sra. Bernardita Guajardo, es en esta escuela dónde han pasado más de tres generaciones de vecinos de Altovalsol, quienes aprendieron a leer con el Silabario Español, con el libro «Ojo'» entre otros. Este espacio educativo, contaba de dos salas una desinada a los estudiantes más pequeños  y otra para los grandes. 

Posteriormente, se construyó una tercera sala cuyos materiales fueron comprados con dinero resultado de una acción colaborativa del alumnado y sus familias, denominada “La rifa del saco de papas”.  La escuela se mantenía en buenas condiciones, tenía una corrida de cipreses en dirección de los baños en el perímetro poniente de las dependencias.  En la planta alta existió un jardín con flores de diferentes tipos, formas y colores. En esta escuela los niños encontraron la contención del profesor, abrigo y alimento. Es este espacio, el que guarda la mayor cantidad de historias de valor y esfuerzo, pues, durante la Reforma Agraria en el año 62 la pobreza creció y  esta escuela para muchos alumnos fue su refugio emocional.

 Pasaron por ella más de tres generaciones unidas por lazos sanguíneos, historias de perseverancia y necesidades, sobre todo la de educarse para  trabajar profesionalmente y obtener una mejor calidad de vida.

Al pasar del tiempo y debido a la carencia de estructural para albergar a la gran cantidad de alumnos que el establecimiento fue atrayendo, se hizo necesario un cambio en las dependencias  del inmueble. Es entonces cuando se decide realizar otra edificación que cumpla con los standars de calidad estructural y educacional. Resultando el traslado de la escuela a un terreno cercano dentro de lo que fue la hacienda Lo Marin, a pasos de la Capilla.

Es en el año 1997 donde la Escuela cierra sus puertas definitivamente bajo esta categoría. Permaneciendo así por cinco años aproximadamente, durante los cuales el sitio utilizado anteriormente por la comunidad estudiantil, se convirtió en espacio de delincuencia, quedando completamente desmantelado hasta que en el año 2003 el municipio da nuevamente valor a la estructura  guiados por la Unidad Secplan de la Municipalidad de La Serena. 

A  través de un proyecto arquitectónico,  lo que quedo de la escuela  se  reconstruyó convirtiéndose luego bajo convenio  Cadias  en un Centro Astronómico y Cultural. Los trabajos comenzaron el año 2003 terminando e inaugurando el centro como tal el  día 27 de Marzo año 2004.

Diversas actividades relacionadas a la Arqueo astronomía comenzaron a realizarse en la Ex Escuela de Altovalsol reconocida pronto por la comunidad como Cadias. 

Más tarde en el año 2008 aproximadamente se sumaría colaborativamente en convenio la Ex DiBAM, hoy Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y su Programa Biblioredes.  Con el tiempo y por diferentes motivos Cadias cerró su convenio con el municipio y es de la mano del Servicio anteriormente mencionado con quienes hoy la Biblioteca Pública Municipal de Altovalsol recobra su nombre trabajando  con y para la comunidad.

Misión:

Entregar un servicio de calidad contribuyendo al desarrollo de la comunidad de Altovalsol y sus alrededores, donde las familias, agrupaciones,  autoridades y diversos usuarios, puedan tener las mismas condiciones de uso, velando por el correcto funcionamiento, entregando las mejores herramientas y dando todas las facilidades para que cada personas que decida visitar la Biblioteca, pueda encontrar un espacio multicultural donde podrá desarrollar sus ideas y actividades manteniendo nuestro sello.

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Avenida Ramón Toro Gertosio sin número, Altovalsol, La Serena.

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