Desde 1906, la Casa de las Artes de Coquimbo ha sido testigo silencioso de las transformaciones de la comuna. Nacida como propiedad de la familia Amenábar, quienes llenaron sus estanterías con artículos importados, este espacio transitó por diversas manos y propósitos. Alojó a la familia Thenoux, al Banco Español de Chile, instituciones gubernamentales y comercios. Hoy, se presenta como la Casa de las Artes de la Municipalidad de Coquimbo, un lugar donde la historia y la creatividad se entrelazan.

Más allá de su cúpula emblemática, su estilo neoclásico y su sólida mampostería, la Casa de las Artes resplandece por el latido cultural que alberga. Sus paredes narran historias de transformación, de artistas que han encontrado aquí no solo un espacio físico, sino un hogar para su inspiración. Este edificio no solo preserva el patrimonio coquimbano; lo reinterpreta, lo revitaliza.

La Casa de las Artes no es solo un espacio; es un catalizador para la imaginación, un refugio para las expresiones artísticas y un puente entre el pasado y el futuro de Coquimbo. Donde su visión es convertirse en un pilar cultural de Coquimbo, un lugar donde los artistas emergentes encuentren un terreno fértil para su desarrollo y donde la comunidad se sienta parte de un motor de creatividad, debate e integración. Además de fomentar el desarrollo creativo de artistas y la comunidad, posicionando la cultura como un eje transformador e inclusivo, capaz de impulsar la identidad y el progreso social de la comuna.

En la Casa de las Artes de Coquimbo, cada rincón respira creatividad y expresión. Aquí, el teatro encuentra su voz en historias que cobran vida sobre el escenario, mientras que la pintura y el dibujo despliegan un arcoíris de emociones sobre lienzos que capturan el alma de nuestra comuna.

La música resuena como el corazón palpitante del espacio, conectando generaciones con melodías que cuentan historias propias y compartidas. El circo, con su magia y destreza, transforma las habilidades humanas en un espectáculo que fascina a grandes y pequeños, mientras la danza expresa lo que las palabras no pueden, a través de movimientos llenos de significado y pasión.

En este lugar único, las artes visuales dialogan con las artes escénicas, tejiendo un tapiz cultural donde cada disciplina encuentra su lugar. La Casa de las Artes no solo fomenta estas manifestaciones; las celebra como pilares fundamentales de una comunidad que vive y respira arte en todas sus formas.

El espacio cultural cuenta con algún componente accesible de uso preferencial para personas con discapacidad o movilidad reducida: